martes, 7 de abril de 2015

La multa al cártel lácteo salpica a la patronal alimentaria FIAB.

El débil equilibrio que sostiene a la patronal alimentaria FIAB amenaza con volver a quebrarse tras la millonaria multa de 88,2 millones de euros que impuso la CNMC al cártel del sector lácteo. La sanción ha salpicado al ya de por sí cuestionado presidente de la federación alimentaria, Pedro Astals, y a un miembro del consejo de dirección, Javier Robles, los máximos responsables de dos de las empresas con multas más cuantiosas: Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) -a la que se le impusieron 21,8 millones- y Danone -multada con 23,2 millones-.
Muchos asociados invocan el incumplimiento del código de ética y buen gobierno y de los estatutos de la federación alimentaria por parte de sus propios responsables. El citado código ético se compromete a "respetar escrupulosamente las normas que regulan la competencia, buscando el leal comportamiento de sus asociaciones en el mercado".
Los estatutos, por su parte, mencionan de manera aún más explícita el peso que tienen las decisiones del regulador, al hablar de "respeto de las normativas de defensa de la competencia y de competencia desleal" y de "ejercer las acciones oportunas para garantizar su cumplimiento".

OPINIÓN:
Yo veo bien que las empresas sean sancionadas por este tipo de delitos, ya que si siguiesen existiendo cárteles, las pequeñas empresas, de las que están compuestas muchos países (España) serian eliminadas, dejando así que una sola empresa o corporación ganara dinero, creciera y contratase empleados llegando a dominar todo un sector financiero. Como puede ser el ejemplo de lo que pretendía conseguir FIAB o CocaCola Company.

Marc Giner Sancho

1ºBSB

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