El 7 de abril de 2015 comenzaba una huelga indefinida, a nivel nacional, que mantiene a los instaladores de cobre, fibra óptica y ADSL de Telefónica con las manos cruzadas. Estos reclaman una mejora de las condiciones laborales que afectan a los instaladores y la regularización de autónomos subcontratados por la operadora. El paro ha sido convocado por el sindicato minoritario AST, aunque a las protestas se han sumado también CGT, Cobas, UGT y CCOO. La convocatoria afecta a los 15.000 trabajadores de las nueve empresas subcontratadas por Telefónica.
En el origen del conflicto está el llamado contrato de Bucle Cliente. Este acuerdo se renueva cada tres años y es el que vincula a la operadora con sus empresas colaboradoras. Los sindicatos denuncian que cada vez que este pacto se ha renovado, se ha limitado más su situación laboral.
Telefónica ha decidido prorrogar el acuerdo vigente con las empresas subcontratadas con la intención de mantener el empleo y evitar la precarización del sector. La operadora ya ha señalado que el paro convocado a nivel nacional no es contra su compañía, sino contra las empresas subcontratadas. Sin embargo, la posición de los sindicatos apunta a una "responsabilidad subsidiaria" por parte de la operadora.
Para los sindicatos, la prórroga de los acuerdos vigentes no es suficiente y por eso han decidido mantener la huelga. "La negociación de un nuevo acuerdo es la gota que ha colmado el vaso pero eso no significa que estemos contentos con el actual. Éste es precario; el que se estaba negociando nos esclavizaba", denuncia un trabajador. La compañía ha asegurado que esta huelga indefinida no va a paralizar la actividad y que los abonados tendrán el servicio garantizado por los técnicos e instaladores que forman parte de la plantilla.
La huelga es un derecho que cualquier persona puede aprovechar para reclamar determinados aspectos que el trabajador crea necesarios para realizar sus labores. Por tanto, en mi opinión, creo que esta noticia refleja este aspecto claramente ya que la principal queja de los trabajadores de Telefónica es referida a las condiciones laborales de estos. Vivimos en una época en la que siguen existiendo millones de personas trabajando en unas condiciones lamentables, que desgraciadamente siguen vigentes en miles de empresas, por tanto, creo que es necesario que los trabajadores griten y luchen por sus derechos para poder conseguir un futuro mejor. No se puede decir que hay progreso, cuando los salarios y las condiciones de los trabajadores son cada vez peores. Muchísimas personas desde hace cientos de años han luchado por una situación mejor a la que se les proporcionaba, y se seguirá haciendo hasta que las empresas dejen de abusar de sus trabajadores.
PILAR MARTÍNEZ VALLÉS 1BCA
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