Las autoridades chinas sopesan establecer un impuesto sobre
las transacciones de divisas, una práctica similar a la conocida como Tasa
Tobin, con el objetivo de poner freno a la especulación con su moneda. El banco
central chino está elaborando un primer borrador sobre el gravamen, según
adelantó Bloomberg este martes, que si finalmente entrara en vigor se
convertiría en una nueva herramienta para restringir los flujos de capital y
reforzar el control del Estado sobre el sistema financiero.
Por ahora no hay un calendario fijo para la implementación
de esta tasa, que debería ser aprobada por el Gobierno, ni se conoce qué
porcentaje se aplicaría a las operaciones de compraventa de divisas.
Inicialmente, el regulador monetario apostaría por mantenerlo a cero para dar
tiempo a las autoridades a perfeccionar el sistema, disuadir a los
especuladores y ver cómo reaccionan los mercados.
Moderar fugas de capital
Los analistas coinciden en que, a corto plazo, el gravamen
lograría frenar los flujos de capital especulativos porque, al resultarles más
caro, los inversores se lo pensarían dos veces antes de operar con yuanes.
También podría moderar las fugas de capital, que durante todo el año pasado e
inicios de 2016 han tocado máximos históricos debido a la desaceleración de la
economía, los vaivenes de los mercados bursátiles y las expectativas de que del
yuan seguirá perdiendo valor a largo plazo.
Menos liquidez en el sistema
Conclusión mía: "Parece de nuevo como los objetivos a
corto plazo de China, en este caso, limitar la especulación con las divisas dañan
las metas a largo plazo, como el impulso para abrir la cuenta de
capitales"
Juan Pascual Andreu
1ºBSC
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