Por primera vez en la
historia reciente, un gobernador del Banco de España responde por escrito a un comunicado de los inspectores. Luis Linde lo hace, después de que la asociación que aglutina a una parte los
inspectores realice graves acusaciones contra su mandato: han criticado que
faltan medios para realizar una supervisión efectiva, por lo que "si no se
adoptan los cambios necesarios, podrían volver a repetirse" los efectos
devastadores de otra crisis financiera. El enconamiento del pulso entre el
gobernador y los inspectores ha llegado a límites desconocidos y ha llevado a
Linde a enviar esta tarde a los 500 empleados de la Dirección General de
Supervisión una rotunda misiva.
Linde en la carta a la que ha tenido acceso EL PaÍS, defiende el trabajo
del banco central. "Vamos en el buen camino para lograr la convergencia
hacia las prácticas más exigentes y, mientras tanto, no cabe ni sería admisible
relajación alguna en el rigor que se aplica a la supervisión de la entidades
nacionales", asegura. También afirma que, en ningún caso, "se trata
de mantener una actitud de inmovilismo y autocomplacencia en la bondad de unos
métodos, sino transmitir sus ventajas y, simultáneamente, aprender y asimilar
nuevos enfoques de supervisión de nuestros colegas europeos".
-Me parece bien que
este tema se haya tratado de una forma seria, ya que estos casos de corrupción son
inadmisibles y hay que correjirlos.
ALBERTO BARDAJÍ SORIANO 1ºBSA
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