La
tarifa eléctrica desciende un 13% respecto a 2015.
La evolución
de los precios energéticos ha vuelto a colocar al IPC en
tasas negativas, como ha estado, con mínimas excepciones, en el último
año y medio, el periodo más largo en deflación de la historia económica
reciente de España. De la variación nula (0%) con que cerró 2015, la tasa anual
del índice de precios de consumo pasó al -0,3% en enero. En la comparación
mensual, la caída es del 1,9%.
La caída de
los precios del consumo no parece estar guiada por una deflación que deprima
las expectativas de consumidores y empresarios, y les lleve a gastar e invertir
menos, el tipo de escenario que los bancos centrales tratan de conjurar con sus
medidas de estímulo. El consumo privado, de hecho, crece a buen ritmo en
España. Es un retroceso guiado por la evolución extrema de la energía.
En el
acusado descenso de la tarifa eléctrica se combinan una medida legal y la
marcada caída del coste en el mercado mayorista; de media, el precio de la luz
baja un 13% en tasa anual.
Por el
contrario, el precio de los carburantes tiene esta vez una aportación positiva
al IPC. No porque hayan subido, sino porque se abaratan menos que en diciembre. El servicio de estudios del
banco cree que, de media, el IPC reflejará una variación casi nula (-0,1%) en
2016.
Fuente: El
país
Fecha: 12/2/2016
MARIA SANZ,
1ºBSC
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