A mayor uso
de tarjetas, menos economía sumergida en Europa.
Un informe destaca que los países con más pagos electrónicos
son los más transparentes al fisco
Economía sumergida y dinero en efectivo van de la mano.
Sobre todo si se dispone de un billete como el de 500 euros, capaz de camuflar
en muy poco espacio cantidades elevadas. Si a ello se añade un escaso
desarrollo de la administración tributaria, el resultado es un peso elevado del
dinero B en el conjunto de un país o territorio.
De hecho, Bulgaria, Rumanía, Turquía, Polonia, Lituania,
Grecia e Italia, los países en los que menos transacciones electrónicas de
dinero se realizan por habitante y año, encabezan también la lista de
territorios en los que la economía sumergida se acerca al 25% o lo supera con
cierta amplitud, según un estudio de Fiedrich Schneider, profesor de la
Universidad de Linz (Austria) encargado por Visa. “Un incremento sostenido del
10% en los pagos electrónicos durante cuatro años es capaz de reducir el tamaño
de la economía incluso más de un 5%, concluye el informe, que cita el caso de
los países nórdicos y del Reino Unido.
Suecia es uno de los países que mayores esfuerzos está
haciendo en ese sentido y ha conseguido en los últimos tres años reducir el
volumen de su economía sumergida, en torno a un 13,9% del PIB. De hecho, en el
país nórdico cuatro de cada cinco compras se paga electrónicamente o con
tarjeta. El país nórdico, el primero del mundo en introducir el cheque bancario
en 1661, camina progresivamente hacia la desaparición del efectivo, si bien los
cálculos más optimistas descartan que sea un objetivo alcanzable en las dos
próximas décadas.
Una situación que contrasta, por ejemplo, con la que se vive
en Italia, donde el porcentaje de pagos electrónicos resulta muy inferior. El
informe apunta tanto a este país como a España y a su sector turístico,
especialmente en los alojamientos económicos, como uno de los resquicios por
los que se escapan miles de millones de la economía sumergida. “Los beneficios
potenciales son lo suficientemente importantes como para impulsar la extensión
del pago electrónico, defiende el informe.
Durante la última década, el volumen de la economía
sumergida se ha reducido en relación al PIB de Europa en casi cuatro puntos, al
pasar de una media del 22,4% según este informe a un 18,5% en el año 2013. Y
distingue entre tres grupos de países. Así, en lo que denomina Europa
Occidental, el peso de la economía sumergida oscila entre el 7% de Suiza, el
país más bancarizado, y el 16% de Bélgica. En el Sur de Europa, el peso de la
economía en B ronda el 20% (y llega al 27% en Turquía), mientras que en el Este
de Europa llega a superar el 31% en Bulgaria. - J.A.M.
Eduardo Vera Cester 1º BCA
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