Repsol ha explicado a los analistas que tiene
liquidez suficiente para abordar la compra de la canadiense Talisman Energy.
Sin embargo, la compañía es consciente de que el aumento de la deuda que supone
la operación pone en peligro su calificación crediticia, así que la empresa
reforzará su estructura financiera con la emisión de bonos híbridos, deuda
perpetua por importe de hasta 5.000 millones de euros. Además, venderá activos
por uno 1.000 millones de dólares. Repsol era
una compañía sin apenas deuda tras el cobro de la indemnización por la expropiación de YPF. Su deuda neta, es de 2.500 millones de
dólares. Con la compra de Talismán, la deuda se multiplicará por seis, tanto
por la asunción de la deuda y las acciones preferentes de Talismán como por el
precio pagado por el 100% el capital. Así, pasará a ser de 15.400 millones de
dólares.
La compañía
que preside Antonio Brufau calcula que, con las hipótesis más probables, el
endeudamiento de Repsol pasará solo de 1,6 a 1,9 veces el resultado bruto de
explotación (EBITDA). En un escenario más difícil, la ratio de deuda puede
pasar a 2,3 veces. El problema es que el escenario base de Repsol prevé precios
del barril de petróleo de 85 dólares en 2015, 93 dólares en 2016 y 99 dólares
en 2017, de modo que incluso el escenario adverso (con precios entre 70 y 80
dólares) parece ahora optimista, puesto que los precios han caído por debajo de
los 60 dólares por barril. Ante el
riesgo para la calificación crediticia, Repsol planea emitir deuda híbrida, una
especie de participaciones preferentes o bonos perpetuos que favorecen a la
compañía con los criterios de las agencias de calificación para medir el
endeudamiento. La empresa habla de emitir hasta 5.000 millones en bonos
híbridos, que no sean dilutivos para los accionistas, en un momento en que hay
apetito por estos títulos en los mercados financieros y los tipos de emisión
son bajos.
Aunque a
corto plazo tiene liquidez por 6.400 millones de euros, líneas de crédito por
2.600 millones más y otras fuentes de liquidez, a largo plazo la emisión de
estos bonos híbridos le permitirá tener una mejor estructura financiera con la
que defender su calificación.
Junto a
ello, Repsol planea vender activos por importe de 1.000 millones de dólares. La
compañía no ha especificado cuáles son los activos en venta, pero sí señala que
se tratará de activos no ligados al precio del petróleo, pues la compañía es
consciente de que en estos momentos el precio de esos activos está penalizado.
En sus hipótesis, la compañía calcula la mitad de venta de activos en 2015 y la
mitad en 2016. Además, la compañía también contempla 1.000 millones en
sinergias.María Alcázar 1ºBSB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario